Tuesday, June 10, 2008

El Muey Más Bello del Planeta


El fin de semana lo pasé en Vieques. Hacía mucho que no iba. Allí hice algo que no hacía desde 1987: nadar en el muey (como dicen los viequenses). Hay que decirle así, porque como aquel muey no existe otro en el mundo. Un atardecer en La Esperanza, nadando entre yolas y mirando hacia el oeste es como estar en el cielo. Por lo menos así me sentía cuando estaba en el agua, solo, hablando en silencio y recreando las tantas cosas que viví allí, cuando trabajaba en la Isla Nena, y antes cuando íbamos en la lancha de mi amigo Meral (que Dios lo tenga pescando con una joljuaser en la mano).
Recordé cuando llegaron las turistas topless y algunas residentes puristas de cierta religión le exigían al policía de 60 años que nunca llegó a sargento que las arrestara y él decía que una isla que vive del turismo no puede estar encerrando a la gente así porque sí. Además las mujeres no eran feas. A los tres días ya nadie las miraba, ni siquiera las religiosas.
Recordé que había un espacio cerca del muey donde Meral, su familia y muchos amigos acampábamos. Yo dormía al aire libre en un catre militar con una noviecita que tenía por aquellos años que decía estar estudiando verano cuando en verdad estaba chapoteando conmigo en las playas de Vieques.
Volví al día que la gringa loca que alquilaba los hobby cats se cruzó en mi camino a las dos de la mañana para preguntarme si quería compañía y pensé en flash time algo para salir dignamente de la situación. Le dije que estaba comprometido y que era uno de esos pocos tipos fieles que existen en el trópico. "I know you are a nice kid, if you change your mind, just let me know". Este fin de semana me enteré que murió hace años.
El lugar donde trabajaba está en ruinas. Es increíble. Tanto ambiente que había allí ahora está sepultado entre pasto y enredaderas.
Y sentí algo más en Vieques. Aunque parezca que no, el hecho de pasar por allí sin tener que sentir la presencia de los marinos y los barcos de guerra, me alegró. Y también noté a la gente más feliz, la gente chula de Vieques con la frente bien en alto.
En la lancha, de regreso encontré a algunos de mis antiguos compañeros de trabajo. !Qué mucho hablamos! Qué linda es la vida, qué linda es mi tierra y mi gente, qué bonito volver al muey. !Qué mucha calle!

Labels:

0 Comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home