Thursday, August 11, 2011

Los Panas de Fortuño y La Churra que Llovizna


Parte de Lo que se roban aquí con los subsidios de la leche y de sus negocitos se lo dan a los corruptos republicanos de Estados Unidos. Se creen que con eso son americanos WASP. Tantas cosas buenas que podrían hacer con ese dinero...qué infelices.

La Big Mama Fonalledas....Ella es muy buena......extremista... Detrás de esa carita lo que hay es candela. Le encanta el queso manchego....ella es la que manda! y se acabó! y Fortuño...tú hablas cuando las gallinas ca....

Fortuño hablándole a los Koch a ver si le tiran con algo para comprar manchego!



Jaimito... quiere más manchego...hazle caso a tu mujer...ella sabe!
Durante estos últimos meses he estado mirando con curiosidad antropológica el debate político de Estados Unidos. Algo es indesmentible, la gente mala existe. El cinismo es el escudo que usa la gente mala para hacer creer a los demás, y a sí mismos, que su manera de ver el mundo es la correcta.

En todas las sociedades y en el microcosmos de todas las familias, desde las parcelas del Tuque hasta las casas Palm Beach de Montehiedra hay dos tipos de personas, los extremistas y los normales. En términos políticos suelen presentarse tres vertientes: los izquierdistas, los de centro, y los de derecha. Yo considero que sólo existen los extremistas y los normales.

Cuando digo extremistas incluyo a los de izquierda y de derecha que no aceptan más verdad que la suya. Estos seres son los que interpretan la famosa frase "no hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti" de la siguiente manera "haz a los otros lo que no quieres que te hagan a ti, pero si te hacen lo que no quieres que te hagan a ti, pregúntales si a ellos le gustaría que les hicieran lo que te están haciendo a ti".

Los extremistas a la derecha son los que quieren acaparar la riqueza sólo para ellos, los que sienten fresco cuando saben que alguien tiene menos cosas, menos oportunidades y menos poder que ellos.

Los extremistas a la izquierda son los que no pueden aceptar que una persona quiera superarse y llegar a tener un carro mejor que el de ellos, o viajar a Praga para luego contarlo en un cóctel mientras comen queso manchego; usualmente ésto sucede porque quisieran comer queso manchego todo el tiempo y no han podido. Luego cuando acceden al poder, suelen ubicarse en las altas esferas del partido o del sindicato o de la Internacional Socialista y comer queso manchego todo el tiempo, aunque no lo cuentan a nadie.

Cuando los extremistas chocan entre sí o los normales se dejan intimidar por los extremistas no se logra nada, porque lo azul se vuelve verde dentro de los ojos de cada cual, de acuerdo a lo que se hayan propuesto ver. Si el otro extremo de pronto dice que lo verde en realidad es azul pues los otros que antes veían lo verde azul ahora comienzan a verlo verde.

Los normales son aquellos que suelen ver lo verde verde pero si alguien les sugiere que puede ser azul analizan la situación y amigablemente dicen éso es verde, pero vamos a intentar llegar a un acuerdo en el cual podamos llegar a un verdeazul para que podamos seguir jugando dominó sin entrarnos a golpes y sin volver a tocar el tema de los colores.

En Estados Unidos se ha permitido que un extremista controle un sector desproporcionado de los medios de comunicación. Y el tribunal supremo ha decidido que las corporaciones (entes invisibles en términos de responsabilidad de sus actos) puedan influir sin limitaciones en los procesos electorales de un país capaz de destruir el mundo muchas veces y par de veces más.

Los hermanos Koch,(nuestro arribista gobernador Fortuño ha sido orador en actividades auspiciadas por estos chamacos) unos billonarios extremistas a la derecha, que se piensan merecedores absolutos del queso manchego, el vino que no rasca y las camas king size (algo así como los Fonalledas), crearon con su dinero el famoso tea party basándose en la novela Animal Farm (si no la ha leído, hágalo ahora mismo) y lograron que un grupo no tan grande, pero escandaloso, de animales decida cómo se baila el merengue en Estados Unidos. Como los normales les dieron la posibilidad de ver las cosas color verdeazul, ellos aceptaron y luego decidieron imponer su visión azul de todas las cosas, porque los normales las veían verdes antes de someterse a los relinchos, graznidos y ladridos de los súbditos de los Koch.

El país está patinando en terreno riscoso. Los normales cedieron a las exigencias de los extremistas a la derecha, y los extremistas a la izquierda están a punto de abandonar para siempre a los normales y dedicarse a salvar delfines, ballenas y los alces de Alaska porque los gritos de los extremistas de la derecha tienen el micrófono de Rupert Murdoch (algo así como los Ferré), el australiano que se hizo americano para poder acabar con ese país desde sus empresas mediáticas.

Durante el debate sobre la necesidad de aumentar la deuda de EUA, los del tea party decían que no sucedería nada si no se aumentaba la capacidad de pedir prestado de EUA. Cuando los extremistas del manchego económico, Wall Street, vieron que los extremistas a la derecha del congreso americano no querían que la administración de Obama (porque era normal y sobre todo porque era negro y venía de una familia pobre) tuviera la más mínima oportunidad de ser reelegida en el 2012 y que serían capaz de undir al país con tal de lograr su propósito, la normalidad arropó a ciertas personas que se vuelven normales cuando les están haciendo lo que ellos suelen hacerles a los demás pero que no les gusta que les hagan a ellos. Esto provocó la caída de la bolsa y lo que se está viendo en estos días donde, como diría un cantinero que conozco, "está la churra que llovizna".

Pero, lo peor, a lo que voy. Ayer leí que Sarah Palin dice que ella veía venir lo que sucedió. O sea, lo que ella decía que era verde ahora dice que es azul y que siempre lo vio azul. Hace meses que ella promovía la teoría de que la posible debacle económica por la aprobación del tope del margen de crédito de los Estados Unidos era un mito, que no sucedería
nada, que todo seguiría igual.




Y lo peor es que la prensa americana sigue dando espacio para que estos extremistas a la derecha y a la locura puedan repetir sin reparo las cosas que cuando las dice el loco de la esquina nos dan risa o simplemente se pierden con el viento.

Esto en el país con el poder para acabar con la humanidad muchas veces y dos veces más aunque con la primera basta.

0 Comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home